Sonic Mania


A pesar de ser unos de sus mascarones de proa (en lo industrial, pero también en lo identitario y en lo emocional), Sega nunca ha tratado con especial cariño a Sonic. Nació hace más de veinticinco años como resultado de un experimento de laboratorio que perseguía alumbrar a la mascota corporativa perfecta, una que fuese capaz de plantar cara a la arrolladora competencia que suponía Super Mario. Tras el éxito inicial, no obstante, el tratamiento recibido por el erizo azul por parte de sus padres (sus dueños) ha estado muy alejado del cuidado con el que Nintendo ha manejado sus propiedades intelectuales. Muy al contrario, creo que tocaría colocarlo próximo a otros ídolos caídos del marketing fin de siècle como Fido Dido o Chester Cheetah; tratado con la misma consideración con la que se espolea a un caballo de carreras sudoroso y cansado al que se le intenta sacar todo el jugo posible antes de que se derrumbe de puro agotamiento y se rompa una pata.

Sonic, no hace falta que te lo recuerde, se ha roto muchas patas a lo largo de su vida

Sonic Mania, aunque bendecido por el actual cuerpo de grises, grises ejecutivos que gestionan Sega, se trata de un juego hecho por aficionados, gestado desde la más sincera pasión y, como consecuencia, el único título realmente luminoso y entusiasta protagonizado por Sonic desde 1991. Programadores como Simon Thomley o Christian Whitehead, con miles de horas de su tiempo libre invertido en pulir y experimentar con mods de los juegos originales de Megadrive están a las riendas de un proyecto que no puede esconder el cariño con el que ha sido diseñado. Con ellos, esa pulsión generacional de revivir, una y otra vez, las emociones asociadas a Green Hill Zone, por fin ha sido satisfecha más allá del vacío (aunque, qué duda cabe, momentáneamente agradable) masaje nostálgico. Como si fuera un cover de tu canción favorita, los niveles clásicos recuperados comienzan remedando las notas que ya te sabes de memoria para, poco a poco, ir introduciendo sorpresas, requiebros y desviaciones sobre el material original hasta dar forma a algo no enteramente nuevo, no enteramente viejo, pero, sin duda, algo propio y pertinente en 2017.  

A diferencia de otros fangames como Streets of Rage Remake 5.1, Sonic Mania no tiene espíritu de compendium, ni voluntad de incorporar de manera acrítica hasta el más mínimo detalle del juego original. Por el contrario, hay aquí un proceso de comisariado por el cual se descarta aquello que, simplemente, no funciona, que nunca lo hizo. Hay una revisión de una fórmula jugable que, aunque atractiva, siempre dio la sensación de poder dar más de sí. Ahora ya no es sensación, claro: es certeza: no sólo demuestra manejar mejores ideas, sino que también exhibe una mejor ejecución de éstas. Sonic se controla con mayor fluidez que nunca y el diseño de niveles permite moverte con más gracia por los espacios bidimensionales. Ir rápido encuentra castigo muy pocas veces y como ahora se aprovecha mejor la pantalla panorámica, las carreras, rebotes y loopings son más fáciles de negociar, proyectando hasta el infinito la que siempre fue su gran virtud: el suministro constante de estímulos audiovisuales muy puros y altamente satisfactorios.

En El Sol del Membrillo, Antonio López podía pasar días deliberando en dónde dar la siguiente pincelada. Se trataba de un proceso importante porque esa pincelada iba en un lugar determinado, y no en cualquier otro. En la película yo no notaba la diferencia. Tú no notabas la diferencia. Pero al contemplar el resultado final, era fácil comprender el sentido de todas esas micro decisiones. Él sabía lo que hacía. Sonic Mania muestra una consideración similar por sus partículas elementales (casi-invisibles-pero-no-del-todo) que dan forma y sentido al gran retablo, y con ello ha otorgado una nueva solidez, impensable hace unos meses, a un icono de los 16 bits que por fin es capaz de responder a las expectativas depositadas en él.



SONIC MANIA
Año: 2017
Desarrollado por: Headcannon & PagodaWest Games
Jugado en: PlayStation 4
Origen: EE UU
Género: Pinball / ¿Plataformas?

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